Cómo ayudan los activos materiales a la diversificación

Más allá de la renta variable: las inversiones alternativas en forma de metales estratégicos son un complemento menos conocido pero prometedor de la cartera. Ganan puntos con la preservación del poder adquisitivo y la protección frente a la inflación.

"Nunca pongas todos los huevos en la misma cesta". Este proverbio ilustra la idea fundamental de la diversificación de carteras. En el complejo mundo de la inversión, la diversidad es la piedra angular de una estrategia de cartera sólida. Ha cobrado especial importancia en los últimos años: Las epidemias, los estallidos de guerra y las disputas comerciales causan gran inquietud en los mercados financieros y económicos y provocan el desplome de determinadas clases de activos.

Diversificación para la estabilidad financiera

Al repartir los activos entre distintas clases de activos, se reduce el impacto de las fluctuaciones del mercado. En caso de debilidad en un área, los resultados positivos de otras áreas pueden compensar las pérdidas potenciales. Esto no sólo crea estabilidad, sino que también permite beneficiarse de las distintas condiciones económicas. Harry M. Markowitzque recibió el Premio Nobel de Economía en 1990 por su teoría moderna de la cartera, describe la idea en que se basa de la siguiente manera:

"Una buena cartera es algo más que una larga lista de buenas acciones y bonos. Es una unidad equilibrada que ofrece al inversor oportunidades y protección en diversas circunstancias posibles."

No sólo importa la cantidad, sino también la interacción entre las distintas inversiones.

La diversidad como punto fuerte: los metales estratégicos como inversión alternativa

Además de las clases de activos establecidas, como el efectivo, las acciones, los bonos, el oro y los inmuebles, las inversiones alternativas son cada vez más relevantes. Entre ellas figuran las obras de arte, los coches de época, el whisky y las materias primas estratégicas. Las inversiones alternativas nunca deben dominar una cartera, sino sólo servir de mezcla. No existen directrices universales sobre la ponderación en una cartera, ya que depende en gran medida del apetito individual por el riesgo y de los objetivos personales de inversión del inversor particular. En la mayoría de los casos, la recomendación es que representen entre el 5 y el 10 % de la inversión total como mezcla.

El grupo de materias primas de Metales estratégicos es una de las adiciones más prometedoras a una cartera: Los metales tecnológicos, las tierras raras y los metales del grupo del platino desempeñan un papel importante en las tecnologías modernas (por ejemplo, la tecnología de semiconductores, las energías renovables o la industria automovilística), pero su suministro suele ser crítico.

Con estas ventajas, los metales estratégicos obtienen una alta puntuación como complemento de una cartera:

  • Oferta y demanda: La disponibilidad limitada y la creciente demanda industrial podrían provocar una subida de los precios. Esto abre oportunidades de rentabilidad a largo plazo para los compradores privados.
  • Demanda a largo plazo: Objetivos políticos y ecológicos como el "Pacto Verde" europeo impulsarán la demanda de metales estratégicos durante muchos años.
  • Situación volátil de la cadena de suministro: los escenarios de crisis y los juegos de estrategia política pueden complicar o cortar las rutas mundiales de suministro. Esto puede dar lugar a elevados aumentos de precios.
  • Estabilidad: Las materias primas tienen un valor material físico que es independiente de lo que ocurra en los mercados bursátiles o de divisas. Por una parte, esto las hace menos susceptibles a las crisis, y por otra, ayudan a mantener el poder adquisitivo y compensar la inflación. Por lo tanto, la elección del metal de inversión, el momento de la compra y el periodo de tenencia pueden ser decisivos para determinar la rentabilidad y la estabilidad de la inversión.

La diversificación también se aplica a las inversiones alternativas

Sin embargo, no basta con añadir metales estratégicos a una cartera: también tiene sentido la diversificación dentro de los metales de inversión. Los compradores privados no deben centrarse únicamente en una materia prima, sino repartir el importe de la inversión entre distintos metales. Por ejemplo, pueden elegir entre metales tecnológicos como Galio, Germanio y Hafnio y tierras raras Disprosio, Neodimio, Praseodimio y Terbio elegir.

Los compradores privados que invierten su dinero en metales estratégicos los adquieren en forma física y los venden posteriormente a la industria transformadora. En nuestra entrada del blog encontrará información sobre lo que debe tener en cuenta al comprar metales de inversión. Comprar metales estratégicos: Estas siete cosas a tener en cuenta.

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